miércoles, 8 de abril de 2009

1, 2, 3, 4... El inicio...

Cada músico tiene una forma característica de iniciar una canción, hay tantas maneras: contar ascendentemente, cuenta regresiva, al sonido de las baquetas, a la cuenta del metrónomo, e incluso, en aquellos más experimentados, el simple pensamiento.
Es difícil pensar, que el iniciar una canción, es un paso sumamente importante, es duro saber que si lo haces bien, tienes grandes posibilidades de lograr tu objetivo; pero que si fallas, es casi imposible expresarte mediante el lenguaje musical, llevando al fracaso.
Pero es alucinante, cuando descubres que tu vida, es tu canción mas importante.

Conocí a un hombre que soñaba con ser músico, cuando le pregunté qué lo motivaba respondió:
-Llegar a la fama.
Lamentablemente, él falló al iniciar su canción. Meses después supe que había tomado clases de música, sin embargo desistió a principio del curso. Era de esperarse, la música es solamente, para aquellos que dejamos todo por tratar de entender los maravillosos misterios del sonido y el silencio, su naturaleza, su color y su significado. Es un don que no merece cualquiera, algo que no se puede comprar, y por lógica, tampoco puede venderse.

La música es un privilegio dado solamente a los verdaderos Ministros del Sonido, aquellos que sabemos que la música no se compone, se revela a nosotros; los que hacemos del sonido y el silencio nuestro lenguaje, el cual transmite pensamientos, emociones, ideas y deseos sin encontrar límites ni barreras, ya que no está atado a la razón humana, sino íntimamente ligado a la naturaleza del alma.

La música no es solamente el arte de combinar sonidos y silencios, es impregnar cada nota y cada compás de una fragancia única e irrepetible, plasmar en efímeras vibraciones los deseos más profundos de nuestro ser, los cuales buscan irremediablemente ser escuchados.

Es ilógico que busque darles una definición escrita de la música, lo que he hecho, es simplemente mostrarles el primer compás de una canción interminable. La única manera de definir la música, es a través de ella misma, sin buscar encerrarla en vacíos caracteres sin sentido; porque qué es la escritura, sino signos abstractos carentes de significado, a los cuales nuestra razón les da una fugaz definición.

Me atrevería a decir que el fin de este blog, es traducir la experiencia musical y convertirla en letras, pero es algo totalmente imposible.

La música no tiene límites.

2 comentarios:

  1. Yo toco el violín,el pieano y canto.Estdio en el conservatorio desde muy niña.La música no se puede definir,tienes razón,y no se puede porque simplemente la música empieza donde acaban las palabras.Es el lenguaje de Dios.

    ResponderEliminar
  2. Muy cierto Alma Libre, "La música empieza donde acaban las palabras".

    ResponderEliminar